La familia: Te contamos nuestra historia a través de nuestras manos
Detrás de cada árbol de aguacate Hass y cada mango Osteen o Keitt de la Axarquía hay manos, historias y una familia que ha aprendido a vivir en conexión con la tierra. Paco El Peloto es mucho más que un nombre: es la suma del esfuerzo, la paciencia y la dedicación de varias generaciones que han hecho de la agricultura su forma de vida. En cada árbol, en cada fruto, en cada imagen
y en cada palabra, queda la huella de un trabajo compartido.
De la raíz al fruto
Paco El Peloto
Paco es el principal protagonista. Cultiva, produce y te traslada el campo a través de su mirada. Se encarga de compartir contigo su dedicación, su día a día, su labor antes, durante y después de la cosecha. La experiencia le ha enseñado a interpretar las señales de la tierra y del clima de la Axarquía, adaptándose a los retos que plantea cada temporada.
Del campo a ti
Raúl
Raúl, hijo de Paco y Nieves, representa el vínculo entre lo aprendido en casa y lo que exige el presente. Con sus manos, le saca brillo a este escaparate familiar y digitaliza el campo. Se encarga de la página web, de los contenidos, del diseño y de mostrar con imágenes y palabras lo que ocurre en él. Su labor busca acercar el valor del trabajo agrícola a nuevas generaciones y zonas urbanas además de tender puentes entre la tradición y la tecnología.
Las manos que nunca faltan
Nieves
A su lado, Nieves aporta equilibrio y una ayuda inestimable. Es la responsable de que todo lo que se recoge en el campo se organice y se prepare con esmero, desde la limpieza hasta el envasado. Durante la campaña también aporta su lado más servicial demostrando que cada tarea, por pequeña que parezca, es esencial para que todo funcione.
El eco en las redes
Estefanía
Estefanía, nuera de Paco El Peloto, completa el equipo aportando creatividad y nuevas formas de contar la vida en la finca. Se encarga de la comunicación en redes sociales y del material audiovisual, transmitiendo la esencia de lo que significa vivir y trabajar en la Axarquía.
Además, acompaña y asesora en distintos aspectos del proceso, demostrando que la unión de perspectivas distintas enriquece y da fuerza al conjunto.
La Axarquía: historia agrícola y tradición
La Axarquía malagueña, en el oriente de la provincia de Málaga, es un territorio único donde la tierra, el clima y la tradición agrícola han dado forma a un paisaje singular. Sus suelos, mayoritariamente pizarrosos y arcillosos, junto a un microclima mediterráneo-subtropical, han permitido que este rincón de Andalucía sea, hoy en día, reconocido como el epicentro europeo del cultivo de aguacates y mangos. Durante siglos, las laderas y bancales de la Axarquía estuvieron dominados por el viñedo de uva moscatel, destinado a la elaboración de vinos dulces y a la producción de la célebre pasa malagueña, un producto que alcanzó gran prestigio internacional. Más adelante, especialmente tras la crisis de la filoxera en el siglo XIX, se diversificaron los cultivos y el paisaje se llenó de almendros y olivos. Los almendros, con su floración blanca y rosada en primavera, y los olivos, resistentes y longevos, marcaron la identidad agrícola de la zona durante gran parte del siglo XX. Estos cultivos no solo proporcionaban alimento y aceite, sino que también formaban parte de la economía familiar y de las costumbres transmitidas de padres a hijos.
El aguacate Hass de Málaga y el auge subtropical
A mediados del siglo XX comenzó una transformación decisiva: la introducción de cultivos subtropicales. El aguacate Hass, con su textura cremosa y alto valor nutricional, encontró en la Axarquía un lugar ideal gracias a sus inviernos suaves y la protección frente a heladas. Actualmente es la variedad más cultivada y demandada, consolidándose como el motor de la economía agrícola de la comarca. El árbol de aguacate Hass requiere de cuidados constantes, riego controlado y adaptación a la sequía, un reto importante en la actualidad debido a la escasez de agua en Málaga. En la década de 1980 llegó el mango. Junto al aguacate, son los grandes protagonistas de la fruticultura subtropical en la Axarquía. Estas variedades no solo enriquecen el paisaje agrícola, sino que forman parte de la vida cotidiana de las familias de la comarca.
Las raíces de
Paco El Peloto:
Autenticidad, tradición
y familiaridad
Esta tierra ha pasado de estar llena de viñedos, almendros y olivos a convertirse en referencia de aguacates y mangos. Y aunque el paisaje haya cambiado, algo permanece intacto: la tradición, la autenticidad y la cercanía y la llaneza del espíritu familiar que impregna cada cultivo, convertidos en símbolo de pertenencia. Sus raíces reflejan tres generaciones entrelazadas y cada fruto que nace es memoria viva, un pedazo de historia compartida que viaja del pasado al presente y abre camino hacia el futuro. Cuando miro los árboles, aunque no se vean, yo siento sus raíces. Las raíces que me recuerdan de dónde vengo. Porque, al igual que un árbol no puede vivir sin sus raíces, yo tampoco puedo entender quién soy sin mi origen. Hoy me toca a mí conservar lo que mi padre empezó hace más de 50 años. Me toca a mí recoger ese legado y mantenerlo vivo. Las raíces no se ven, se sienten. Son las que nos devuelven al origen, a ese lugar donde entendemos quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde queremos crecer.